viernes, 10 de octubre de 2014

Hoy mientras desayunaba escuché en la televisión una chica decirle a un chico que le gustaba y me acordé de esos atardeceres en los que nada importaba y las horas pasaban a la misma rapidez que una gota de lluvia en un cristal mojado. Luego, mientras paseaba, saltó el reproductor con aquella canción que no dejabas de poner una y otras vez hasta hacerme enfurecer.Y Finalmente, la noche decidió hacerse pesada obligándome a cargar otro día mas con tu recuerdo.  

 Como ves, aun sigues persiguiéndome aunque ya no estas. Y yo te sigo pensando, aunque poco, con los restos, que quedaron de la gran guerra fría que armamos en tu cuarto aquel día. 

jueves, 9 de octubre de 2014

¿Por que nos resignamos a admitir que somos todos un tanto dependientes? es una duda que me parece un tanto peculiar. A todo el mundo le cuesta admitir que necesita que le echen una mano o ser salvado (algunos mas que otros, claro). Pero si bien sabemos, para el mismo hecho de nacer ya dependemos de dos personas y luego de una de ellas para salir al mundo, para caminar, para hablar, para sobrevivir...¿Entonces, que es lo que nos hace pensar que el resto de nuestra vida no necesitaremos a alguien? un amigo, una pareja, familiares...¡Que seriamos sin ellos! bueno ni siquiera seriamos.

Será por esta misma razón por la que me vuelco tanto en los demás (independientemente de que lo merezcan o no) por esa dependencia hacia ellos, esa esencia desde niña a no querer perder a nadie a quien necesito. Sera por eso también que me cuesta tanto el decir adiós o comenzar un dialogo con un desconocido...porque ya no quiero conocer a nadie más, porque tú eres todo lo que yo necesito.
Tú me antojas amores con costo - ya no baratos, ya no de ratos, no -, largos y lentos, pausados, atentos, candentes y tiernos; de esos en los que sobran caricias y se excede el placer, en los que las mentes se fusionan creando un solo ser.